miércoles, 3 de agosto de 2011

Canciones... Y mi padre


Todas las noches le canto a mi hija Maián una o dos canciones antes de que se duerma. No soy muy tradicional en ese menester, por lo que a lo largo de los años mi pequeña – que ya tiene siete – ha escuchado todo un amplio repertorio de Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Paco Ibáñez, Violeta Parra, Víctor Jara, Payo Grondona y otros numerosos cantautores. Curiosamente, la mayor parte de las canciones que le canto las aprendí en mi infancia, en el exilio que nos deparó a mi familia y a mí al otro lado del Atlántico y del mundo el golpe de estado de 1973. Esta noche le tocó el turno a “Tiempo de vivir” de Silvio Rodríguez y “Valparaíso” de Osvaldo “Gitano” Rodríguez. Ambas canciones, elegidas por mi padre para mí, las tengo en un cassette que él me regaló hace muchos años y que recopiló junto a varias otras que, él sabía, me gustarían; entremedio, una de mis favoritas, “Los momentos” de Eduardo Gatti. Mi padre, siempre presente, siempre cerca de mí y de quien dentro de dos días se cumplirán nueve años desde su partida. Mi padre, porteño orgulloso y admirador del “Gitano”, falleció esperando “aquel famoso tiempo de vivir” que cantaba Silvio, pero en esa espera nos regaló momentos preciosos e inolvidables y nos entregó a quienes lo amábamos todo el amor que precisábamos para seguir viviendo y seguir amando. Mi padre, quien pese a su mal oído musical, disfrutaba de las canciones de Juan Gabriel, de la voz maravillosa de Amaya y Paloma San Basilio y que en su juventud (y su madurez) fue un fiel admirador del indiscutible Rey del Rock, Elvis... Mi padre, quien con su infatigable sentido del humor nos hacía reir a mi hermana y a mí cuando hacía bromas sobre nuestros cantantes favoritos del momento (los '80 europeos estuvieron plenos de motivos para agudezas de su parte) y que con su cigarro en los labios y una taza de café compartida con mi madre escuchaba “Mocedades” y Neil Diamond con el deleite que da el saber disfrutar de las cosas sencillas de la vida... Arte que mi padre dominaba...

Que nueve años no es nada, como cantaría el tango...

Te quiero mucho, papá.

Santiago, 3 de Agosto de 2011

7 comentarios:

  1. Y vivió contigo de suelas arriba hasta tu infancia. En su mundo funcionabas como en la palma de su mano.
    Su memoria es hoy transacción sin efectivo, pero hecha de casa. Gira y giras y todo queda intacto porque en torno a tí su belleza tapada está siendo.
    Y en mil años más, con tanto cambio de tiempo, bailarán en la nieve. Así...
    Dejando huellas blancas.

    Sin nadie más que mi propio cariño, un cálido abrazo para tu padre.
    Chumin.

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  2. Qué preciosas memorias, nena, de su padre... que siempre vivirá en mi corazón.

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  3. Que bonito artículo, lleno de amor hacía tu padre, hacia Victor, hacía mi tio. Hermoso lo que escribes y siendo muy sincera me encantaría haber tenido lo mismo. Te quiero un montón!

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  4. Muchas gracias a todos/as, me emocionaron mucho con sus comentarios... Pasan los años y el recuerdo de mi papá es una presencia constante, tan grande fue el amor que nos entregó y tan entrañable su forma de ser...
    Los quiero mucho! :-)
    Besos! xxx

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  5. BELLOS RECUERDOS DE TU AMADO PADRE, YO SOLO DISFRUTE 17 AÑOS A MIA AMADOS PADRES Y LLEVO CONMIGO TODOS AQUELLOS PRECIOSOS MOMENTOS ARRAIGADOS EN MI CORAZON, ESO JAMAS ME LO PUDIERON QUITAR .
    LA GATA ACTIVISTA!!!

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